jueves, 18 de abril de 2013

Kafka y Felice



"Me asusta, querida, el ver de qué modo dependo de ti, continuamente me digo que eso es un pecado por mi parte (...) y sin embargo no puedo sustraerme a ello". Además requiere una dependencia recíproca: "quiero saberte volcada hacia mí en todo, nada, ni la mayor nimiedad debe ser dicha en un aparte. Estoy celoso, pues, de todo lo que aparece en tu carta, de los que nombras y de los que no nombras, de los hombres y de las mujeres, de los negociantes y de los escritores (por supuesto que en particular de estos últimos)".

Milena

Hace mucho tiempo que no le escribo, señora Milena, y también hoy le escribo por una casualidad. En realidad no tengo que disculparme de mi silencio, usted ya sabe cómo odio las cartas. Toda la desdicha de mi vida -no quiero con esto quejarme, sino hacer una observación de interés general- proviene por así decir de las cartas o de la posibilidad de escribirlas. Las personas casi nunca me han traicionado, pero las cartas siempre; y en verdad no las ajenas, sino justamente las mías. En mi caso es una desgracia muy especial, de la que no quiero seguir hablando, pero al mismo tiempo es también una desgracia general. La sencilla posibilidad de escribir cartas debe de haber provocado -desde un punto de vista meramente teórico- una terrible desintegración de almas en el mundo. Es en efecto una conversación con fantasmas (y para peor no sólo con el fantasma del destinatario, sino también con el del remitente) que se desarrolla entre líneas en la carta que uno escribe, o aun en una serie de cartas, donde cada una corrobora la otra y puede parecerse a ella como testigo. ¿De dónde habrá surgido la idea de que las personas podían comunicarse mediante cartas? Se puede pensar en una persona distante, se puede aferrar a una persona cercana, todo lo demás queda más allá de las fuerzas humanas. Escribir cartas, sin embargo, significa desnudarse ante los fantasmas, que lo esperan ávidamente. Los besos por escrito no llegan a su destino, se los beben por el camino los fantasmas. Con este abundante alimento se multiplican, en efecto, enormemente. La humanidad lo percibe y lucha por evitarlo; y para eliminar en lo posible lo fantasmal entre las personas y lograr una comunicación natural, que es la paz de las almas, ha inventado el ferrocarril, el automóvil, el aeroplano, pero ya no sirven, son evidentemente descubrimientos hechos en el momento del desastre. El bando opuesto es tanto más calmo y poderoso, después que el correo inventó el telégrafo, el teléfono, la telegrafía sin hilos. Los fantasmas no se morirán de hambre, y nosotros en cambio pereceremos.

F. Kafka 

[Traducción de J. R. Wilcock]

Kafka. La obra y su contexto


2.-La obra y su contexto
Escrita en 1912, se publicó en 1915, primero en la revista Weisse Blatter y posteriormente en formato de libro. Originalmente Kafka pretendía publicarla junto con La condena y El fogonero.
La novela narra la historia de Gregor Samsa, un comerciante de telas que vive con su familia a la que él mantiene con su sueldo. Un día amanece convertido en una especie de insecto gigante. A partir de ahí la novela relata el camino que sigue el protagonista desde que es consciente de que es un monstruo hasta su muerte: la reacción de sus padres y hermana, la visita del principal de su trabajo, los cuidados de su hermana, los problemas económicos por los que pasa la familia, los cambios que esta va sufriendo ante la metamorfosis del hijo, la presencia de los tres huéspedes y el desenlace a partir del descubrimiento por parte de  estos del monstruo.
La metamorfosis está dividida en tres partes. La primera se centra en la mañana en la que Gregor descubre su transformación. Esta parte finaliza cuando el padre consigue meterlo en su habitación y sufre por primera vez las heridas en su nuevo cuerpo. La segunda parte se inicia horas después de ese incidente y se centra en torno a la cotidianidad de Gregor. Termina de la misma manera que la primera: el padre le lanza manzanas en su afán por volverlo a meter en su habitación y lo hiere de gravedad. La tercera parte es la del declive de Gregor. En esta ocasión no hay ningún objeto contra él; son las palabras de Grete las que lo rematan y aceleran su muerte.
La acción es escasa y gira en torno a un personaje desdibujado y acorralado. Kafka nos sitúa frente al absurdo, pero  se centra en el interior del personaje protagonista. Los personajes son entidades simbólicas que representan al ser humano contemporáneo. El escarabajo es el símbolo del absurdo de la existencia humana. La transformación del protagonista motiva que los miembros de su familia también cambien y la presión del entorno social se deja sentir desde el primer momento.
Pese a su brevedad, es una obra tan densa que permite múltiples lecturas e interpretaciones. Por ello, hablar de tema en singular es no ser justos con la riqueza que atesoran sus páginas. En primer lugar, está el tema de la identidad. El protagonista, Gregor Samsa, se transforma de la noche a la mañana en un insecto, y a medida que se desarrolla la historia va perdiendo condición humana. El lector se ve inmerso en el tema del extrañamiento y la alienación. Por otra parte, el protagonista vive una existencia condicionada por unas obligaciones hacia su padre —Gregor trabaja para mantener a la familia— y hacia la empresa para la que trabaja. Su perfil encaja con uno de los temas centrales de la narrativa kafkiana: el individuo impotente ante una instancia superior. También destaca el trato de una sociedad autoritaria hacia el individuo diferente, el aislamiento de esta sociedad y la soledad de las relaciones, las actitudes que toma el ser humano ante enfermedades graves, el egoísmo humano ante el bienestar de los demás o la muestra de las sensaciones anímicas del autor.

Varios factores retrasaron el impacto de la obra del escritor checo sobre sus contemporáneos. En primer lugar, una gran parte de sus libros fueron póstumos y su publicación coincidió con la llegada del nazismo al poder. Su amigo y albacea Max Brod publicó sus obras completas primero en el exilio, en Nueva York, y luego en Alemania en los años cincuenta. Su influencia se ha dejado sentir desde entonces en todos los ámbitos y ha traspasado fronteras. La crítica reconoce su huella en la configuración del existencialismo y en una larga lista de narradores sudamericanos como Gabriel García Márquez o Julio Cortázar.
Producción literaria de Kafka
La obra de Kafka está considerada una de las más influyentes de la Literatura Universal en el siglo XX, a pesar de no ser muy extensa y estar escrita casi al margen de los movimientos de vanguardia europeos.  Tres temas ocupan un primer plano:
-el tema de la bestia
-el tema de la búsqueda
- el tema de lo “inacabado”
Su novela presenta novedades como la superación del relato realista, presentación de situaciones absurdas, el enfoque simbólico o la preferencia por la novela abierta.
La obra de Kafka se puede clasificar en obra narrativa y la escritura íntima (diarios y cartas). En vida publicó relatos breves: Contemplación, El médico rural (compilación de trece relatos) y Un artista del hambre (individuo marginado, víctima de la sociedad) y cuatro relatos largos: La condena, El fogonero, La metamorfosis y En la colonia penitenciaria.
Tras su muerte dejó una abundante producción inédita de la que hoy se conocen tres novelas inconclusas, El desaparecido, El proceso (una de las grandes obras literarias del siglo XX llevada por Orson Wells al cine) y El castillo, un centenar de relatos, los diarios y cartas dirigidas sobre todo a Felice, a Milena o a su amigo Brod, además de su célebre Carta al padre, relato autobiográfico y riguroso ajuste de cuentas. Destaca también América, historia de un muchacho inmigrante de Europa.
En definitiva, Franz Kafka ha legado el adjetivo kafkiano como sinónimo de absurdo o angustioso. Lo onírico, lo subconsciente y lo irracional emergen para hacer aflorar los sentimientos más profundos. El mundo metafórico de Kafka facilita muchas interpretaciones de sus obras, desde lo absurdo de la condición humana hasta la denuncia de la burocracia totalitaria, pasando por la culpa judeocristina y el subconsciente psicoanalítico.

Pregunta 1. Kafka y su época

Ya va quedando menos...
El autor y su época
Fran Kafka es sin duda uno de los escritores fundamentales del siglo XX y de la Literatura Universal. Nace en Praga en 1883. Era el mayor de seis hermanos y perteneció a una familia acomodada de judíos comerciantes que se había asimilado a la burguesía alemana. Pasó una niñez solitaria debido a su enorme sensibilidad y a la difícil relación con su padre, al que criticará su pérdida de identidad. Tras doctorarse en Derecho, acudió a clases de estudios germánicos y de Historia del Arte y se convierte en empleado de una compañía de seguros, trabajo que no era de su agrado pero le permitía mantener su independencia económica y la posibilidad de dedicarse a la literatura.
Desde muy joven comenzó a interesarse por la mística y la religión judías, que ejercieron sobre él una notable influencia. En 1917, su proyecto de viajar a Palestina se ve frustrado  por los primeros síntomas de la enfermedad que le causará años más tarde la muerte, la tuberculosis.
En 1913  publicó su  primer libro Meditaciones, sin embargo, pasó desapercibido al igual que los siguientes, que no obtuvieron un gran éxito fuera del círculo de amigos y seguidores incondicionales. El estallido de la Primera Guerra Mundial y el fracaso de su noviazgo señalarán el  comienzo de una época creativa prolífica. Su carácter atormentado y complejo fue un enorme obstáculo en su relación con las mujeres, sin embargo, destaca su comunicación epistolar  Cartas a Felice, mujer con la que estuvo comprometido dos veces (la metamorfosis nació en la primera crisis de pareja).
En 1920 abandona su empleo e ingresa en un sanatorio. Meses más tarde conocerá a la escritora checa Milena Jesenka-Pollak, con la que mantuvo un romance y una amplia correspondencia que se publicó bajo el título de Cartas a Milena en 1952.
En 1923 se trasladó a Berlín donde se reúne con la joven judía Dora Diamant que se convirtió en su compañera y en el amor que el escritor había siempre anhelado. La muerte le sobrevino en 1924 en un sanatorio próximo a Viena. Pese que dio instrucciones a su amigo y albacea Max Brod para que destruyese toda su obra, este hizo caso omiso y publicó todos los escritos que se hallaban en su poder, incluso cartas y diarios. Dora guardó en secreto la mayoría de sus últimos escritos, entre ellos 20 cuadernos y 35 cartas que fueron confiscados por la Gestapo en 1933.
Kafka hablaba checo y alemán y adquirió conocimientos de la cultura francesa. Entre sus autores favoritos se encontraban Flaubert, Dickens, Cervantes, Goethe y Dostoievski. Su relación con la literatura transcurrió en un triple aislamiento, el geográfico, el  lingüístico y el cultural.
Tras su muerte, sus escritos comenzaron a llamar la atención del público y a obtener alabanzas por parte de la crítica lo que permitió una amplia divulgación. En la actualidad la influencia de Kafka es perceptible en numerosos autores de todas las lenguas y su obra sigue siendo analizada desde ámbitos literarios, filosóficos, religiosos, psicoanalíticos o sociológicos.
Respecto al contexto histórico-literario hemos de destacar que ocurrieron sucesos de enorme trascendencia en el orden político (Revolución Rusa 1917, Primera Guerra Mundial); en el orden económico se interrumpió el proceso de expansión económica; en el orden científico y técnico el progreso se dispara dando pie a una nueva concepción de la realidad ( investigaciones sobre el átomo, teoría de la relatividad de Einstein, aviación, automóvil); en filosofía el vitalismo de Nietzsche , el pensamiento intuitivo de Bergson y el psicoanálisis de Freud tienen una gran repercusión en todos los ámbitos culturales, además el existencialismo influye en su entorno desbordando los límites puramente académicos; en el orden artístico  no es de extrañar que en este clima surja un arte y una literatura que buscan una renovación radical, ya sea al margen ya sea como integrantes de las llamadas Vanguardias que se dan en distintos países del mundo casi simultáneamente: expresionismo, cubismo, futurismo, dadaísmo, surrealismo…
En Praga, la ciudad natal tan heterogénea, hierve la actividad artística y cultural: varios teatros, periódicos, salas de conciertos, cafés literarios (Savoy), etc. Era una gran ciudad mestiza y con una mayoría checa y cuatro minorías: croatas, húngaros, alemanes y judíos.
En semejante contexto ningún artista podía permanecer ajeno a los cambios radicales aunque no participara de una corriente determinada. A pesar de que Kafka se resiste a una clasificación, su obra refleja el ambiente anteriormente descrito así como el influjo del espíritu expresionista, aportación alemana al proceso de renovación intelectual y artística de las vanguardias. Aunque no puede afirmarse de forma categórica que perteneciese a esa corriente coincide en las características principales:
-Irracionalismo en la expresión
-Rechazo de la obra artística burguesa
-Visión subjetiva de la realidad y pesimista del ser humano
-Personajes con crisis íntima, espiritual o psicológica
-Se cuestiona el concepto de verosimilitud
- Propósito de producir impresión en el público; predilección por lo caótico, feo, negativo, oscuro…
Se ha afirmado que Kafka pertenece al grupo de escritores e intelectuales del Círculo de Praga y que le influyeron autores como Rilke o Brod. En la renovación de la narrativa que se produce en el primer tercio del siglo XX, nuestro autor tendrá una importancia fundamental sobre todo en lo que respecta a los contenidos donde el símbolo, la fantasía y el absurdo son los elementos centrales.

lunes, 8 de abril de 2013

Pintura segunda mitad del XIX

Vamos a disfrutar de pinturas de los maestros de la época

Henri de Toulouse Lautrec: En el Moulin Rouge: comienzo de cuadrilla 

Manet: Música en las Tullerías


Monet: Boulevard des Capucines

Los primeros cien años de Las flores del mal



 Por Bernardo Ezequiel Koremblit

    "... No ha de pasar este centenario sin que nosotros también documentemos el carácter de libro fundamental, "ese poema de caridad sublime, de fraternal humanidad, digno del corazón de un santo", central y único que es Las Flores del Mal en la historia de la literatura junto a los de Platón, Shakespeare, Homero, Quevedo, Goethe, Dostoyewski, Cervantes, Virgilio y Montaigne. Ni pasará tan silenciosamente este 1957 sin que lo veamos al lado de la Divina Comedia; pues después de la catedral teológico-poético-filosófica de Dante sólo Las Flores del Mal —sus ciento cincuenta y un poemas relacionados, conexos, ensamblados y coligados constituyen un solo poema, un solo tejido afín y coherente— es el único libro de poesía por donde pasa y transita la vida en todas sus manifestaciones, las más altas y las más bajas, en todos sus aspectos, los más tiernos y los más implacables, con sus hierros, sus sedas, sus ascetismos y sus voluptuosidades, sus pecados y sus virtudes y las indulgencias y las sanciones que el hombre recibe del cielo y del infierno. ,,("Impregnado de cristianismo", dice Jean Massin de Las Flores; "moralista a su manera, Thierry Maulnier; "viejos fondos de catolicismo", Verhaeren; "el horror de la vida y el éxtasis de la vida", De Quincey; "de la materia en putrefacción se obtiene un poema fosforescente", P. Mansell Jones; "Las Flores son un Infierno sin Paraíso'', Barbey D'Aurevilly; "Dante del bulevar", Anthero de Quentar; "Dante estaba en el comienzo, cuando la ola subía, mientras que Baudelaire se halla en el final, cuando la ola refluye", Nydia Lamarque;(...)
    (...) Los cien años han corregido la excomunión de 1857 documentando que con este libro surgió un nuevo arte, una nueva literatura, una poesía nueva, distinta, en pugna con las ideas de las personas honestas que fundaban empresas y abrían casas bancarias con asientos prolijos e impecables. El libro centenario mostró la naturaleza predestinada de Baudelaire, y el carácter integral de sus poemas demuestra que a Baudelaire le interesaba y lo preocupaba una sola cosa: todo. Aparte de lo demás, esto es lo que se sabe en el primer centenario de esas tristes y perfectas flores del bien.

Manuscrito

                           Aquí tenéis un manuscrito del poema "Los siete viejos"que hemos leído en clase.

El poeta de la Modernidad

Baudelaire, El Poeta de la Modernidad
De Estructura de la Lírica ModernaPor Hugo Friedrich
    Con Baudelaire, la lírica francesa pasa a interesar a toda Europa. Así lo demuestran los influjos que ejerció a partir de entonces en Alemania, Inglaterra, Italia y España. En la propia Francia se vio muy pronto que de Baudelaire partían unas corrientes de índole distinta de las derivadas de los románticos. Estas corrientes alcanzaron a Rimbaud, a Verlaine y a Mallarmé. Este último reconoció que había empezado allí donde Baudelaire tuvo que detenerse. Valéry, ya en los últimos años de su vida, establecía una línea de conexión directa desde Baudelaire hasta él; y el inglés T. S. Eliot dice de Baudelaire que es "el mejor ejemplo de poesía moderna en cualquier idioma".
    Varias son las manifestaciones análogas en que se le califica como "poeta de la modernidad". Y ello está perfectamente justificado, porque Baudelaire es el inventor de esta palabra. La usa en 1859, excusándose de su novedad, pero la necesita para expresar lo que caracteriza al artista moderno, es decir, la facultad de ver en el desierto de la gran ciudad no sólo la decadencia del hombre, sino también una belleza misteriosa y hasta entonces no descubierta. Éste es el problema del propio Baudelaire: ¿cómo es posible la poesía en una civilización comercializada y dominada por la técnica? Sus poemas nos indican el camino; su prosa nos orienta teóricamente. Este camino conduce lo más lejos posible de la trivialidad de lo real, o sea, a una zona de lo misterioso en la que, sin embargo, puedan convertir en alados y poéticos los estímulos civilizados de la realidad comprendidos en ella. He aquí el punto de arranque de la lírica moderna y de su substancia corrosiva y mágica a la vez.
    Un rasgo esencial de Baudelaire es su disciplina espiritual y la transparencia de su conciencia crítica. En él se une el genio poético con la inteligencia crítica. Sus puntos de vista acerca del arte poético están al mismo nivel que su poesía misma y aun algunas veces, como ocurre también con Novalis, son todavía más avanzados. Y desde luego, aquellas ideas han tenido mayor resonancia para el futuro que su lírica. Se encuentran expuestas en Curiosités esthétiques y en l'Art romantique (ambas obras aparecidas póstumamente en 1868). En una y otra se hallan definiciones y programas, desarrollados a base del estudio de obras contemporáneas, no sólo literarias, sino también pictóricas y musicales(...).

Los beneficios de la Luna


Los beneficios de la Luna
Por Charles Baudelaire
traducción del francés por Enrique Díez-Canedo


La Luna, que es el capricho mismo, se asomó por la ventana mientras dormías en la cuna, y se dijo: "Esa criatura me agrada."
Y bajó muellemente por su escalera de nubes y pasó sin ruido a través de los cristales. Luego se tendió sobre ti con la ternura flexible de una madre, y depositó en tu faz sus colores. Las pupilas se te quedaron verdes y las mejillas sumamente pálidas. De contemplar a tal visitante, se te agrandaron de manera tan rara los ojos, tan tiernamente te apretó la garganta, que te dejó para siempre ganas de llorar.
Entretanto, en la expansión de su alegría, la Luna llenaba todo el cuarto como una atmósfera fosfórica, como un veneno luminoso; y toda aquella luz viva estaba pensando y diciendo: "Eternamente has de sentir el influjo de mi beso. Hermosa serás a mi manera. Querrás lo que quiera yo y lo que me quiera a mí: al agua, a las nubes, al silencio y a la noche; al mar inmenso y verde; al agua informe y multiforme; al lugar en que no estés; al amante que no conozcas; a las flores monstruosas; a los perfumes que hacen delirar; a los gatos que se desmayan sobre los pianos y gimen como mujeres, con voz ronca y suave.
"Y serás amada por mis amantes, cortejada por mis cortesanos. Serás reina de los hombres de ojos verdes a quienes apreté la garganta en mis caricias nocturnas; de los que quieren al mar, al mar inmenso, tumultuoso y verde; al agua informe y multiforme, al sitio en que no están, a la mujer que no conocen, a las flores siniestras que parecen incensarios de una religión desconocida, a los perfumes que turban la voluntad y a los animales salvajes y voluptuosos que son emblema de su locura."
Y por esto, niña mimada, maldita y querida, estoy ahora tendido a tus pies, buscando en toda tu persona el reflejo de la terrible divinidad, de la fatídica madrina, de la nodriza envenenadora de todos los lunáticos.