jueves, 18 de abril de 2013

Kafka y Felice



"Me asusta, querida, el ver de qué modo dependo de ti, continuamente me digo que eso es un pecado por mi parte (...) y sin embargo no puedo sustraerme a ello". Además requiere una dependencia recíproca: "quiero saberte volcada hacia mí en todo, nada, ni la mayor nimiedad debe ser dicha en un aparte. Estoy celoso, pues, de todo lo que aparece en tu carta, de los que nombras y de los que no nombras, de los hombres y de las mujeres, de los negociantes y de los escritores (por supuesto que en particular de estos últimos)".

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