viernes, 24 de mayo de 2013

Pregunta 1 Boccaccio y su época


Boccaccio y su época
Giovanni Boccaccio es, junto con Dante y Petrarca, uno de los creadores de la literatura italiana y de la cultura renacentista europea. Nacido en Certaldo, fue hijo ilegítimo de un agente comercial florentino. Vive una infancia estable en Florencia y ya adolescente es enviado por su padre a Nápoles con el fin de aprender el oficio mercantil. Ante su escaso interés por este trabajo se inicia en los estudios de Derecho Canónico, aunque su verdadera vocación la encuentra  en los estudios humanísticos, sobre todo, la cultura grecolatina y la cultura cortesana francesa. Aquí fue amante de una dama, María de Aquino, inspiradora del personaje literario femenino de Fiammetta.
En 1340 es llamado por su padre a Florencia y se hace cargo del patrimonio familiar tras el fallecimiento de aquel. Desempeñó cargos diplomáticos y viajó por Italia y la Provenza, cultivando amistades tan importantes como la de Petrarca, gracias a quien se conservó el manuscrito del Decamerón, y dedicándose a las letras. Vivió sus últimos años en Certaldo, entregándose a la meditación religiosa y a la labor erudita, falleciendo en 1375 y dejando tras de sí fieles discípulos florentinos.
La vida de Boccaccio no fue del todo agradable, con una economía endeble, fue desventurado como hijo, rechazado por sus amantes y no logró en vida el reconocimiento que merecía, sin embargo, a menudo adoptó una ironía desencantada, reflejo de la comprensión de la época de transformaciones que vivió. Boccaccio es considerado el creador de un modelo de prosa que está en el origen de  la novella italiana y es el renovador de la antigua épica.
Boccaccio abandonó los ideales medievales de los siglos XIII y XIV y sienta las bases tanto del Humanismo como del Renacimiento. Nos encontramos en el siglo XIV, en Italia. La Peste Negra, el mosaico de ciudades-estados, las rivalidades entre señores feudales, la creciente burguesía urbana y los atisbos de Humanismo y Renacimiento son los hilos que tejen el contexto que envuelven al autor y a su obra cumbre, El Decamerón.
El auge y poder de la burguesía en las ciudades-estado italianas produjeron un cambio en las estructuras económicas. El dinero cobra gran importancia y el individuo, con mayor arraigo terrenal, otorga nuevo valor a los bienes materiales. La ciudad  de Florencia es la cuna del Renacimiento europeo y entre los siglos XIII y XIV vive un periodo de excepcional esplendor gracias a que su industria textil encabezaría la economía europea. En la Italia medieval se establecieron los comuni  como ciudades independientes de un señor feudal y la burguesía aparece ya como la primera fuerza social, caracterizada por la mentalidad comercial y destacando en ella la figura del “mercator”. Por primera vez en la historia de la Literatura, Boccaccio considera a la burguesía como protagonista de una obra literaria. Las grandes ciudades italianas, nacidas y enriquecidas por las corrientes mercantiles, fueron Florencia, Venecia, Milán y Roma.
La gran Peste Negra de 1348, que llega a Florencia desde China, frenó este periodo de esplendor económico, político y social, desolador momento en el que Boccaccio  encuentra la inspiración a su obra.
Destaca el fortalecimiento del espíritu laico gracias a la incorporación de seglares al mundo de la cultura. Nacen universidades laicas y este proyecto laico de vida pronto tendrá la réplica de la Iglesia mediante la literatura piadosa, el arte como recurso para evangelizar  y la Inquisición. Así como la Edad Media fue una constante visión de Dios  y una interpretación de la vida como preparación para la muerte, el Renacimiento fue un amor extremado a la vida terrena, la belleza y la naturaleza.
El Humanismo es el movimiento intelectual que nace en Italia en el siglo XIV y se extendió por Europa a partir del siglo XV. Las ciudades donde más se desarrolló el Humanismo fueron Florencia, Venecia, Bolonia, París, Oxford, Alcalá de Henares y Salamanca. El hombre es considerado el centro de la creación y este nuevo ideal antropocéntrico, ya imperante en la antigüedad grecolatina, toma como modelo el mundo clásico. La atención principal estuvo puesta en el estudio y traducción de las obras clásicas del latín y griego así como en la difusión de los textos de autores clásicos y de los humanistas italianos. Se sigue a autores romanos como Cicerón, Horacio o Virgilio y a autores griegos como Homero, Aristóteles y Platón. La invención de la imprenta permitió la difusión de la cultura y el pensamiento. En un gesto más de romper con lo medieval, las obras se escriben en la lengua vernácula (del país) y junto con el arte resucitó una pasión por la literatura en particular. En España, los humanistas más representativos fueron Elio Antonio de Nebrija, creador de la primera gramática castellana y Sánchez de las Brozas.
Tres son los escritores que presiden el tránsito entre la tradición medieval y el Renacimiento, hombres que se adelantaron al sentir de su tiempo: Dante Alighieri, la figura más representativa del Dolce Stil Nuovo y autor de obras como La Vita Nova y la Divina Comedia; Petrarca, autor de Canzoniere  y Boccaccio, creador de la prosa italiana y primer narrador moderno por su obra maestra, el Decamerón.
El Renacimiento italiano es bien conocido por sus logros culturales. Esto incluye creaciones literarias de Castiglione y Maquiavelo, obras de arte de Miguel Ángel y Da Vinci y grandes obras de arquitectura como la Iglesia de Santa María del Fiore en Florencia, y la Basílica de San Pedro en Roma.

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